Al habla Ana Miramontes, al frente de este despacho de abogados de familia.
Estudié derecho porque, entre otras cosas, se me daba bien estudiar. Además, ese año se estrenaba la facultad de Derecho en mi ciudad, lo que me permitía seguir en casa de mi madre. Soy raruna, lo sé.
Mi casa siempre fue un poco especial
Te hablaré de ello porque de alguna manera explica mi carácter y lo que he acabado haciendo casi por casualidad: derecho de familia, adopciones y gestación subrogada.
Mi abuela tenía una casa grande con animales y muchas plantaciones. La gobernaba ella, de hecho tenía pistola. Dormía armada porque mi abuelo era marino, estaba siempre fuera y podían venir a asaltarla. Aquella casa estaba siempre abierta al hambre. Mi abuela era una persona muy generosa y allí había sitio para quien necesitase cualquier cosa. De hecho, en esa casa abundaban los niños abandonados. Es más, alguno de esos niños se crió con mi padre y mi tía como uno más de la familia.
Mi padre nunca dejó que nadie se muriese solo, en un hospital. Yo he visto como en mi casa se moría gente que no tenía familia. Hubo gente que llegó por unos días y yo los entendí como mis abuelos porque se quedaron hasta que se fueron para siempre. Así era la casa de mis padres. Siempre se respiró mucha empatía con los demás.
Y me imagino que algo de todo eso se me ha pegado. Eso, y que soy un poco inquieta.
Y bueno, si todavía estás por aquí, igual te interesa conocerme un poco más…
- Soy valiente. Creo que ya te lo he dicho, pero no me quedo en el imposible, siempre busco soluciones.
- Me gusta sentir que muchos de mis clientes ya me tienen como parte de sus vidas. Y ellos forman parte de la mía.
- Me siento bien resolviendo lo que se me pone por delante y mejorando cada día.
- Me gusta convencer a los clientes que creen que todo lo malo les pasa a ellos, de que eso no es así…, de que todo tiene un camino hacia la solución. No me gusta trabajar desde la desconfianza.
- Fuera del trabajo disfruto de mi familia, mi hija y mi perrita.
- Prefiero los viajes cortos, soy muy de mi casa. Ahí es donde siempre quiero volver.